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Hoy en día, el estrés forma parte de la vida cotidiana y aún más en la oficina. Es el conocido síndrome de burnout, que se manifiesta como agotamiento mental acompañado de una menor tolerancia al estrés, falta de energía y menor rendimiento. Físicamente, el burnout se manifiesta como dolor muscular y afectaciones psicosomáticas. El estrés provoca sus efectos negativos en la salud de los trabajadores y en la productividad de las empresas.

Y es que el ritmo de trabajo con horas y horas en la oficina, frente a la computadora o en reuniones. Miles de responsabilidades en las que sabes que no puedes fallar ya que todos confían en tus capacidades. Toda esta presión termina pasando la cuenta y muchas veces el estrés, la fatiga y el cansancio simplemente te superan. Por eso hoy te contamos algunas sencillas técnicas que te pueden ayudar a lidiar o rebajar el estrés en la oficina.

1. Cuida tu postura

La postura es muy importante y en la oficina no debemos olvidarla. Cuando estamos sentados debemos esforzarnos para tener una postura correcta que evitará muchas molestias posteriores. La espalda debe mantenerse derecha, los hombros hacia atrás y las muñecas firmes sin recostarse en el teclado o la almohadilla del mouse. Las piernas deben estar dobladas a la altura de las rodillas y los pies sobre el suelo. Finalmente, el monitor debe estar al nivel de los ojos. Si quieres saber más sobre ello consulta nuestras Sillas ergonómicas que te ayudarán a cuidarte mientras trabajas.

2. Escucha a tu cuerpo

Nuestro cuerpo siempre nos da señales de lo que está pasando. El exceso de estrés comienza a manifestarse a través de afectaciones al cuerpo que podemos detectar fácilmente. Dolores de cabeza, presión arterial anormal, problemas de digestión y una constante sensación de ansiedad, son algunos de los focos rojos del organismo cuando se enfrenta a grandes cantidades de estrés. Es importante prestarle atención al organismo y a esas señales para así, más que atacar los síntomas, poder enfrentar directamente lo que ocasiona el estrés en la oficina. Y si es necesario acudir al médico o a un especialista para que nos ayude. Si estás recibiendo estas señales tu cuerpo te está avisando de que algo no va bien, hazle caso.

3. Hay que moverse más

Especialmente si pasas muchas horas en la misma posición en la oficina, necesitas hacer algo de ejercicio. Estar encerrado durante ocho horas al día tiene su efecto en el estado de ánimo. Algunas opciones son salir a correr o hacer ejercicio por las mañanas, caminar o llegar en bicicleta al trabajo. Lo importante es utilizar tu energía de una manera óptima para no sentirte frustrado por el exceso de reclusión. La actividad física te hará sentir mucho más relajado, además de que le hará bien a tu salud en general. ¡Te sentirás mucho más vital!

En la oficina, es recomendable también caminar siempre que puedas y usar las escaleras en vez del ascensor. Esto mejora la circulación en brazos y ayuda a controlar la presión arterial alta y los problemas del corazón. Además debes levantarte cada cierto tiempo y caminar por lo menos diez metros. También existen toda una serie de ejercicios muy sencillos que puedes hacer en la oficina y que te ayudarán a mantener tu cuerpo activo y en forma.

4. Cuida tus ojos

No descansar la vista constantemente durante el horario laboral puede provocar irritación, picazón, resequedad, visión borrosa, enrojecimiento, entre otros.Hoy en día pásamos demasiadas horas con los ojos fijos en la pantalla y ello perjudica a nuestra vista pero también a nuestra salud en general. Para descansar los ojos, debes dirigir la vista por algunos segundos a lugares distintos del monitor. Haz este ejercicio de forma continuada durante tu jornada laboral. En cuanto detectes algún problema con tu vista debes ir a un especialista para saber la importancia del problema y si necesitas usar algún tipo de lentes. ¡No descuides tus ojos!

5. Párate y respira hondo.

Hay momentos en que nos sentimos sobrepasados por lo que está ocurriendo, muchas exigencias, prisas, todo tiene que estar al momento… No vas a resolver nada con correr. Párate y respira profundamente. Llena tus pulmones de aire y sácalo lentamente. Repite este ejercicio varias veces sin pensar en nada. Una vez más relajado es momento de pensar en cuales son las prioridades y que asuntos debemos resolver primero y cuales pueden esperar. Respirar es clave en nuestro día a día aunque como lo hacemos por inercia no le damos la importancia que tiene. Una buena respiración nos ayudará a regular el ritmo cardíaco y sanguíneo y a sentirnos mucho mejor. No te dejes arrastrar por el estrés del momento y respira hondo.

6. Sonríe

Sonreír consigue cambiar nuestra energía. Así como la felicidad te induce una sonrisa espontánea, el efecto también sucede a la inversa. Trata de sonreír o hacerte reír, eso provocará más alegría en tu vida y en tu entorno. Si recibes a todos con una sonrisa, recibirás lo mismo a cambio. Eso aumentará tu felicidad y la de tu entorno. Es muy sencillo pero funciona y te ayuda a encontrarte en un entorno más relajado y feliz. Además provocarás sentimientos positivos en ti y en los demás. ¡Sonreír tiene muchas ventajas, aprovéchalas!

7. Organiza bien tu tiempo

La organización es la clave para un buen trabajo. La mayoría de las veces la presión laboral no proviene de un exceso de trabajo, sino de una mala administración del mismo. Procura organizar tu trabajo de tal manera que puedas resolver todo a tiempo pero sin presionarte demasiado, y en tu agenda no olvides hacer espacio para ti mismo y las actividades que más te motivan a seguir adelante. Vale la pena perder tiempo en organizarnos y marcarnos prioridades y una agenda de resolución de las tareas. De esa forma sabrás que toca hacer en cada momento y no te verás sobrepasado por el reloj. Sigue la agenda que te has marcado y eso te evitará mucha autopresión.

8. Cuida tu alimentación

Comer un pequeño refrigerio puede ayudar en los casos de ansiedad. A veces podemos tener el azúcar bajo y un snack nutritivo te ayudará a subirlo y a sentirte más vital. El desayuno además es muy importante para llegar a la oficina en plena forma y con más vitalidad. Debes cuidar tu alimentación tanto dentro como fuera de la oficina. Una buena forma de mantener una buena salud en la oficina es preparar unos tuppers para la oficina saludables. Si se consigue establecer un calendario de menús de lo que se comerá cada día, será más fácil preparar los tuppers que cuenten con una alimentación equilibrada. Alimentos sanos y energéticos que te permitan rendir y sentirte mejor contigo mismo.

9. Desconexión

Todos necesitamos desconectar, por muy volcado que estés en tu trabajo no puedes dar el 100% cada día y a todas horas. Lo mejor que puedes hacer ante un panorama de estrés en la oficina generado por trabajo es desconectarte. Es importante tener tiempo para ti mismo, recuperar el enfoque y recargar energía, y eso sólo lo lograrás alejándote del trabajo en cuerpo y mente. Despeja las tardes y los fines de semana, y evita revisar tu correo electrónico para no presionarte de más. Si esto es imposible, considera establecer horarios para responder mensajes y trabajar. A la larga, trabajar sin descansar resulta más improductivo para ti y para tu empresa.

En la oficina, sin importar qué tan atareado te sientas, es importante tomar pequeños descansos de vez en cuando. No esperes a estar cansado para darte un respiro y reserva 5 minutos después de cada hora de trabajo para despejarte un poco, descansar la vista, estirar el cuerpo y respirar algo de aire fresco. Tu organismo te lo agradecerá. Puedes aprovechar para pasear un poco mientras vas a buscar un café o al baño y hablar con alguien de temas fuera del trabajo. Todo eso te ayudará a desconectar para luego volver con más fuerza a tu trabajo. Y si eres uno de esos afortunados que tiene sala de descanso o juegos en su empresa, aprovéchala para recargar pilas antes de volver a tu tarea. ¡Tu  mente y tu cuerpo te lo agradecerán y serás mucho más productivo!

Y es que el estrés se ha convertido en un factor omnipresente en nuestra sociedad. Corremos para alcanzar el transporte, para luego encontrarnos en el tráfico matinal y llegar al trabajo… tarde. Muchas situaciones similares a lo largo del día, más un trabajo muy exigente, nos pueden llevar a experimentar estrés y ansiedad. Por ello sigue estas pequeñas pautas para mejorar tu sensación diaria y alejar el estrés en la oficina. A veces será inevitable que nos pongamos nerviosos pero en la medida de lo posible debemos evitarlo y cuidar de nuestra mente y cuerpo para poder seguir rindiendo al máximo. Feliz semana.